¡Hice un click!

¡Hola a todos!

Quizás un poco tarde, pero siento que hice un nuevo click. 

Con los cursos de las TIC, desde el primero, hace casi dos años aproximadamente, vengo aprendiendo y reflexionando sin parar, pero esta mañana, al leer la retroalimentación de mi tutora Andrea, me cayó una ficha nueva, la de la "metacognición" de mi propio aprendizaje y del de mis alumnos. Cuanto para pensar...

Siempre estoy reflexionando, replanteando mis roles, escuchando, aprendiendo, pero creo no haber tomado conciencia de la importancia de profundizar en el proceso de metacognición de mi propio aprendizaje y del de quienes me rodean.

Quizás lo he hecho o lo he pensado, sin ponerle ese título, no lo sé. En verdad, le escapo a palabritas como esa que son difíciles para mí, pero estoy dispuesta a incorporarla.

¡Todo un desafío!

Haber tomado conciencia, tanto en lo personal como en lo profesional, como odontóloga y como docente, de revisar mi propio aprendizaje, es un desafío. 
Creo aprender cada día cosas nuevas, soy de las que escuchan o al menos eso creo y también de las que piden ayuda y asesoramiento. Siento que de a poco voy dando pasos hacia lo que quiero lograr y la verdad, siento que, en este tema, el Señor me ayuda muchísimo y me va marcando el camino. 

No sé si pueda expresarlo con palabras, pero este tema de la retroalimentación bien hecha, como tan claramente la describe Rebeca Anijovich en su video sobre "El valor formativo de la retroalimentación" me ha aportado una herramienta exquisita. Siento que estaba, pero hacerlo explícito me agrada. Crear ambientes para el diálogo, ya sea formal o informal, verbal o escrito, individual o grupal y que puedo aplicar tanto en casa con mis hijos y familia como en la facultad, es sin duda de mucha ayuda en ese proceso de pensar sobre nuestros pensamientos que implica la metacognición.

Todo el contenido de este módulo me ha gustado muchísimo, pero la manera en la que Rebeca describe esas 10 pautas para ejecutar un feedback positivo me impactaron por sobre todo. 

Espero seguir profundizando en este aspecto, aplicarlo en todo sentido y en todos los ámbitos. Quiero hablarlo con mi marido para tratar temas en casa e incluso quiero hacerlo con mis colegas de cátedra y con mis alumnos. Razonar sobre lo que estamos aprendiendo, la forma de hacerlo, lo que nos gusta más y lo que nos gusta menos, lo que nos resulta más fácil o más complejo, los motivos... considero que puede beneficiarnos un montón, a todos.

Me gusta también escuchar que el clima se debe generar, un clima de tranquilidad, no punitivo, donde el error forma parte del proceso; donde se puede construir, compartir, ofrecer, valorar. Tengo que reconocer que tenemos fama como cátedra, de ser una de las que exige pero con respeto y de buena manera y eso me gusta. Se también que la odontología, aunque muchos no lo crean, es muy amplia, hay muchas especialidades y odontopediatría no es para cualquiera. Trabajar con niños exige mucha paciencia y dedicación. Esta situación siempre la tuve clara y como les digo a mis alumnos, se percibe a quienes les gusta y a quienes no, pero como también les comento, sé que alguna vez tendrán que asesorar a una mamá amiga o a algún familiar y quiero que tengan claro algunos conceptos, esos conceptos son las competencias que quiero lograr en ellos y reflexionar sobre el proceso que me ayuda a que las adquieran, es fabuloso.

Me siento muy agradecida, me he enriquecido muchísimo ¡Gracias!

Espero poder y saber transmitirlo...